CRIANZA CONSCIENTE YOGA MINDFULNESS

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martes, 30 de mayo de 2017

PRESENCIA EN LA ENTRADA Y EN LA SALIDA DE LA ESCUELA




La hora de entrada en la escuela es para mí, desde mi experiencia, un momento de pura atención plena. Un momento en el que como maestra tengo que estar atenta, tengo que observar, cómo viene cada niñ@, cuándo viene cada un@ de l@s niñ@s que acompaño. A veces me cuesta, se me escapa algun@, se me escapa la necesidad que tiene en ese momento. Es un momento de calma, en el que no tengo prisa, estoy en el aquí y el ahora. Dando tiempo, acogiendo, abrazando, besando, saludando con un guiño, estando, respetando lo que cada niñ@ necesita. Ser consciente de que acaban de despedirse en la mayoría de los casos de la persona que más quieren en la vida, y saben que les queda un largo día por delante hasta volver a encontrarse. 
Como madre siento que tengo que seguir el ritmo de mis hij@s hasta que nos separemos en la puerta, soltar, aceptando si quiere o no ir, si me dice que quiere estar conmigo, y explicarle desde la serenidad y la seguridad que quiero que se quede allí por unas horas y que luego iré a buscarle. Cuando yo estoy segura de lo que hago, mis hij@s lo sienten y ello les da seguridad.
 Os invito a que mañana al ir a la escuela sigáis el ritmo de vuestr@s hij@s al caminar hasta la puerta, os agachéis, les miréis a los ojos, y aceptéis lo que os diga. Si es que no quiere ir, que lo entendéis, y que aun así tiene que ir, porque vosotras lo necesitáis, que quiere estar con vosotras pues que eso es muy hermoso, y que a vosotras también os gustaría. Soltar y aceptar. 



.La hora de la salida en la escuela es una explosión de emociones algunas contenidas, otras con un deseo de ser compartidas en el mismo momento del encuentro, emoción y emoción. 
Como maestra la hora de la salida es algo que mimar, que cuidar, que compartir. En mi experiencia no es hora de ir en fila, esperar, recoger, retroceder, es hora de salir, salir con amor y confianza en que el lugar de donde nos vamos es seguro y nos quieren, nos respetan ,que cuando volvamos tendremos allí nuestro lugar. 
Como madre la hora de la salida es un momento de encuentro, de compartir, de intimidad emocional que en primera infancia no podemos compartir con nadie, no podemos compartirles con llamadas, mensajes del móvil. Hemos de estar con nuestr@ hij@ y nosotr@s sol@s, junt@s, con presencia. 
Muchas madres me comparten que salen de la escuela y al de un rato se enfadan, o no quieren compartir en el parque con otr@s niñ@s. En mi experiencia no es el momento de compartir más. No es momento de compartir por obligación, de esperar turnos en los columpios.
En la escuela tradicional l@s niñ@s se ven obligad@s a compartir. Compartir mirada, sitio, juegos, materiales,... 
Cuando salen necesitan intimidad emocional, exclusividad, mirada, atención. 
Os invito a que mañana cuando vayáis a buscar a vuetr@ hij@ antes de ir, paréis y os dejéis sentir, cómo estáis, y lo aceptéis, lo respiréis. Y después de esa pequeña pausa vayáis a buscarle, llenas de presencia, aceptando cómo sale, cómo viene, qué dice, qué comparte, sin juzgarle, sin pedirle que haga, diga o sienta otra cosa de la que hace, dice o siente. Os invito a que le observéis, le escuchéis, no hacen falta preguntas, escuchar es amor, estar es amor. 

martes, 23 de mayo de 2017

POR SI PUEDO INSPIRAR A ACOMPAÑANTES DE JÓVENES


Ahora la vida, el universo me da la oportunidad de compartir con jóvenes en el día a día, mis hij@s, mis ahijad@s, sus amig@s. Esto es un regalo que quiero aceptar, y en ello estoy. 
Voy con mi pensamiento a cuando era yo joven y qué me gustaba, qué necesitaba, qué quería, qué anhelaba, ... 
Y me sale aceptación, escucha, silencio, amor, conversación, ayuda, luz, cantar, bailar, reír, besos, abrazos, complicidad, intimidad. 
No lo tuve, pero en mí sigue latente lo que necesitaba, lo que quería, no se me ha olvidado, era algo tan natural, vital, lo que quería que todavía me acuerdo perfectamente. Todavía sigo necesitando muchas o quizás todas esas cosas.
Ahora me toca darlas, tengo la oportunidad de darlas, ofrecerlas, acompañar en la búsqueda de todas ellas a mis hij@s. 
También me toca escucharles, quizás todas las que yo necesitaba no las necesiten y necesiten otras que no quiero dar por supuestas, y quiero escucharlas de ell@s. Estar cuando lo necesiten ahí o cerca, o que me busquen para poder encontrarlas.
Por ello os invito a escuchar a l@s jóvenes, a observarles, a guardar silencio por unos instantes cuando nos cuenten, nos pregunten, nos cuestionen, nos compartan sueños, que a nosotr@s quizás nos asusten, nos preocupen, no nos gusten demasiado, y estemos ahí presentes. Que les demos la palabra, les dejemos hablar, en casa, en el instituto, en el parque, en la calle,... 
Yo lo intento, en ello estoy, intento no darles mi opinión de las cosas, o lo que yo haría o hubiera hecho si no me lo piden, no juzgar, ni criticar, ni intentar convencer. Darles espacio y tiempo, si no quieren estar conmigo, aceptarlo, retirarme. Si propongo un plan y no les apetece, respetar sin culpar.
Y os invito a contarles la  verdad de lo que sentís, de lo que pensáis, de lo que os ocurrió, de lo que probasteis un día, de algún error que cometisteis, de cómo os va con vuestra pareja, en vuestro trabajo, en la vida, compartir desde vuestra vivencia y corazón, eso es algo que a mí me une mucho con mis hij@s jóvenes, decirles la verdad, no evitar, ni decir las cosas a medias. 

viernes, 19 de mayo de 2017

LA HORA DE RECOGER EN LA ESCUELA: TÚ LO HAS USADO, TÚ LO RECOGES

 



Hoy vengo con una reflexión sobre el orden, recoger, fregar, limpiar,... Y lo hago desde la toma de consciencia de que es un tema que crea tensiones en el cuerpo, hace elevar el tono de voz, e incluso nos molesta, nos incomoda, nos enfada.
En la escuela el recoger en infantil se convierte en muchas ocasiones en un momento lleno de tensión debido en mi experiencia a que el pensamiento de la persona adulta que acompaña está en el: es que lo han sacado todo, nada está en su sitio, ahora a ver quién recoge todo esto, en cinco minutos tenemos que estar en el comedor, en el patio, y si yo no recojo, cuando venga mi compañera qué va a decir, pues ahora tod@s tenemos que recoger porque tod@s hemos desordenado, y es@ no está recogiendo, ahora dice que está cansad@, que tiene ganas de beber agua, justo ahora que es la hora de recoger. 
En mi caso hoy mi pensamiento ha cambiado, y es que el orden es algo subjetivo, y que muchas veces el orden se convierte en una manía, ya que depende de la persona adulta se deja de una manera u otra, es algo subjetivo y personal. Es importante que un/a niña recoja con 2, 3, 4, ....años lo que ha utilizado? Si no lo hace no sabrá ordenar de mayor? Si no lo hace es porque tiene mucho morro? Porque sacar sí, pero guardar no? Si les ayudamos a recoger lo que ell@s han usado pensarán que somos sus criad@s, que somos tont@s?
O un día que nosotras tengamos algo que ordenar, o un día que se nos cae un vaso de agua, nos ayudarán a recoger el agua del suelo o a ordenar?
Desde la experiencia, comparto que nos echarán una mano cuando la necesitemos, y que no nos dirán, aaa! tú lo has desordenado, tú lo ordenas, a ti se te ha caído, pues tú lo recoges.
O quizás el recoger puede convertirse en un momento de compartir, de ser modelo ordenando, recogiendo nosotras desde nuestra necesidad adulta de dejar todo en el sitio que estaba, y así ell@s ver, sentir desde la experiencia lo guay que es llegar a un sitio y ver todo en un sitio adecuado y saber dónde están las cosas cuando las necesitas? O quizás darnos cuenta que sin tanto orden también se puede estar en armonía.
Yo ahora estoy ahí, ell@s juegan y juegan a sacar, meter, recoger, ordenar, lanzar, desordenar, ...y yo cuando va llegando el momento de cambio de actividad o espacio y hay que organizar y ordenar, empiezo yo a hacerlo y ell@s se me acercan a estar conmigo y me preguntan si es hora de ordenar, y yo les digo, que yo empiezo ya y que ell@s si les apetece pueden estar conmigo. Estoy intentando que el ordenar, limpiar, organizar no tenga un componente negativo. En mi infancia y juventud mi madre siempre me ha transmitido que el limpiar y ordenar es un horror, y que siempre lo hace la más tonta, y yo quiero hacerlo desde el amor, y en la escuela tomármelo como otra actividad en la que compartir.niños recogiendo bilaketarekin bat datozen irudiak

miércoles, 17 de mayo de 2017

L@S HIJ@S DECEPCIONAN? TE SIENTES ORGULLOS@ DE TU HIJ@?



Tengo la suerte de pertenecer junto a otras casi 100 madres a la Tribu de Madres Conscientes de Yvonne Laborda y María José Cifuentes .

Es un placer para mí y mi amiga María José recogió esto que dije en una reunión de apoyo del mes pasado y me hizo este cartel que me apetece compartirlo por si os puede inspirar.




Argazkia




martes, 16 de mayo de 2017

SER MOTRIZ ES UN PROBLEMA O ALGO NATURAL

Erlazionatutako irudia


Ahora oigo muchas veces:  "es que est@ niñ@ es muy motriz". Como algo negativo, difícil de acompañar en la escuela, difícil de sostener.
Creando dentro del niñ@ que intenta en la escuela moverse libremente una sensación de que lo que hace no es bueno, no es natural, no es adecuado, y por tanto dejándolo de hacer, o haciéndolo de un modo explosivo en los pocos momentos o lugares donde pueda. Y otr@s en cambio ni lo intentan porque ya vienen con la sensación de que en la escuela hay que estar sentad@, quiet@ y tranquil@.
Ser motriz es una virtud y algo natural, innat@, de hecho pienso que con oportunidad y libertad tod@s l@s niñ@s de primera infancia son muy motrices, es decir, les encanta moverse libremente por el espacio, y dependiendo del estado emocional será de una manera coordinada y fluida, respetuosa, o en cambio de un modo brusco, a golpes, con violencia. 
La escuela es el lugar donde much@s niñ@s pasan muchas horas al día, y en mi opinión no damos espacios ni momentos suficientes para que esto suceda. El movimiento libre se limita muchas veces al denominado patio, que en muchas ocasiones es de cemento el suelo, poco agradable para rodar por el suelo, tirarse, ..... E incluso aquí es limitado por haber un gran número de niñ@s, el espacio ser demasiado pequeño,...
Os invito a una práctica de atención plena en la que visualizar cómo podríamos invitar, acompañar en la escuela a l@s niñ@s en esa necesidad innata de moverse por el aula, el pasillo, el baño, las escaleras, el comedor,..... de una manera respetuosa y amable. 
Dar momentos en el aula de no dirigir la actividad ni el movimiento y observar qué hacen, yo lo he hecho y no hay un/a niñ@ que se quede quiet@. Hablan, comen, beben, dibujan, colorean, hacen construcciones, cortan, pegan, cantan, .....en movimiento de una manera natural. Observarlo es maravilloso.





martes, 9 de mayo de 2017

JUGAR EN LA ESCUELA, UN OBJETIVO DEL CURRICULUM O UNA MANERA DE APRENDER





La vida es juego. Se aprende a través del juego. A l@s niñ@ les encanta jugar, jugar es la manera natural de aprender. Éstas son frases que oímos las maestras, las personas que acompañamos a l@s niñ@s.
Por otro lado en la escuela se oyen frases como ahora no es momento de jugar, cuando vemos a un/a niñ@ que sube las escaleras marcha atrás, ahora es momento de subir las escaleras, y las escaleras se suben mirando hacia arriba.
Luego decimos que el aprendizaje es investigar, explorar, probar, y subir las escaleras hacia atrás, qué es?
Están comiendo a media mañana la fruta y les decimos si cogen la fruta, la tocan, hacen que el plátano es un teléfono, ...que no es momento de jugar, que ahora se come la fruta. 
Dónde queda el juego simbólico? La exploración? Para el momento de los rincones? Para lugares concretos en los que las personas adultas que acompañan dicen cuándo sí y cuándo no se puede jugar?
En el patio, en la hora del recreo es obligatorio jugar, jugar a correr, esconderse, subir, bajar, saltar la comba, sólo eso es jugar? Para much@s es un lugar de soledad, de no saber qué hacer, con quién estar, dónde estar sol@ y un momento en el que quizás en vez de saltar a la cuerda, jugar al balón, lo que les apetece es reposar, estar tranquil@s. Y eso también puede ser jugar. 
A mí siempre que oigo esa frase de ahora no es momento de jugar, en mi corazoncito noto un crac, lo he sentido siempre, y ahora desde la consciencia quiero compartirlo e invitaros a reflexionar sobre ello. 
Juego libre, juego  dirigido? Qué es jugar? La vida es juego si queremos, si estamos abiertas a que lo sea, comer un día con la mano que no sueles comer, comer con las manos, beber haciendo ruido, subir tod@s las escaleras hacia atrás, probar, experimentar, sentir, estar en el aquí y el ahora con una mente abierta y un corazón también abierto. 
Pienso que si dirigimos el juego en las escuelas es por falta de seguridad, de confianza y para tranquilidad de las personas adultas.