CRIANZA CONSCIENTE YOGA MINDFULNESS

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viernes, 28 de abril de 2017

MINDFULNESS PARA ABRAZAR A ALUMN@S DIFÍCILES






Las maestras en la escuela, en el instituto, en los centros de formación profesional,  en la universidad acompañamos a much@s niñ@s, jóvenes, cada un@ maravillos@, únic@ y perfect@ tal y como es.
En el  día a día y en la convivencia en la escuela, en el instituto, en los centros de formación profesional,  en la universidad,  se oyen comentarios sobre niñ@s , jóvenes que son difíciles, problemátic@s, que causan un malestar en las personas adultas que les acompañan. 
Normalmente el foco se pone en est@s niñ@s, en est@s jóvenes, dejando de un lado la responsabilidad de la persona adulta que le acompaña, dando por supuesto que esa persona adulta hace todo lo que está en su mano para que esa relación mejore, es decir confiando absolutamente en la persona adulta y desconfiando de el/la niñ@ y a veces de su familia, en mi parecer.
En mi sentir es por miedo, que como dice mi amiga Yvonne Laborda el miedo es lo contrario al amor. Miedo a enfrentarnos con lo que es@s niñ@s, jóvenes nos hacen conectar, con el enfado, la frustración, la tristeza, .... Emociones que nos cuesta aceptar como nuestras, que nos cuesta abrazar.
Las queremos apartar de nosotras, resistirnos a ellas. Lo mismo con l@s niñ@s, jóvenes que nos causan un malestar con su manera de moverse, de pensar, de hablar, de estar. A veces l@s apartamos cuando en realidad están pidiéndonos a gritos amor y atención. Lo mismo que nosotras les pedimos pero a veces apartándoles, con palabras poco amorosas, gestos, ....
Yo os invito a unas prácticas de mindfulness para con es@s niñ@s, jóvenes que crees difíciles, para en vez de resistirte a ell@s, terminar abrazándoles y aceptándoles. E incluso termines dando las gracias de estar con ell@s porque en mi opinión son l@s que nos hacen ser mejores personas, evolucionar, salir de nuestra zona de confort.
Una de las prácticas es mirar a es@s niñ@s, jóvenes como lo que son y no como lo que hacen o dicen. Cambia tu pensamiento, no hay niñ@ -joven problemátic@, sino su historia o vida lo será seguramente. Ten compasión por él o ella.
Obsérvale y piensa en algo que tengas en común con él o ella , algo que te guste de él o ella. Si por ejemplo a es@ alumn@ le gusta bailar y a ti también busca alguna actividad en la que podáis incluir ese gusto y compartirla, si es de primera infancia quizás puedas propiciar un ambiente de baile en el aula y si es más mayor en modo de conversación preguntarle por bailarin@s que le inspiren o estilos de baile, o compartirle los tuyos, un día, momento que te acercas a él o ella. Ver algún video.
Acércate a ell@s y ponle una mano en el hombro, o mírale a los ojos unas veces al día a la vez que le sonríes, esto calma muchísimo y une los corazones.
Si has de compartir algo con ell@s que te ha molestado te invito a que se lo digas, a que se lo compartas a solas, esto lo agradecen muchísimo, yo también lo agradezco mucho.
Invítales a que te ayuden a mejorar el ambiente para que se sientan mejor. Que puedan aportar ideas sobre cómo mejorar el ambiente. 
Dales una responsabilidad, algo importante a realizar, puede ser tocar la campanita para relajarse, como ir a por material cuando se acaba, o a hacer unas copias, así sienten que confías en ell@s, que son parte del grupo.
Por último os comparto una práctica llena de amor y que une los corazones de una manera instantánea. 
Al comenzar el día en la escuela dedica unos minutos, segundos a cerrar los ojos, realizar dos tres respiraciones conscientes. Y manda luz y energía a cada niñ@ -jóven que acompañas. Para ello abre los ojos y un@ a un@ mírales y mentalmente di su nombre y una palabra amorosa, deseo amoroso. Pueden ser: " QUE SEAS FELIZ. QUE ESTÉS BIEN. QUE CONFÍES. QUE DISFRUTES CON TU FAMILIA A LA TARDE" . Conociendo los gustos y necesidades de cada un@ puedes adaptar las palabras. 
Luz y amor para todas.Erlazionatutako irudia


lunes, 10 de abril de 2017

PUEDEN UNOS ZAPATOS DE CORDONES AYUDARNOS A DAR PRESENCIA EN LA ESCUELA?



 L@s niñ@s nos dan infinitas posibilidades de parar, observar, escuchar, estar, de dar presencia en la escuela. 
Como maestra he estado años diciendo, pensando que las madres, padres que traían a sus hij@s con zapatos de cordones eran un@s desconsiderad@s conmigo y mi labor, ya que el tiempo en atar los cordones era un tiempo que yo consideraba perdido, un tiempo en el que mi mente estaba en qué poca consideración, que rollo, ahora con todo lo que hay por hacer, para y ata un cordón, con lo fácil que sería si tod@s trajeran de velcro. 
Ahora desde la presencia, desde el estar y no desde el hacer, estos momentos de atar cordones son para mí y el/la niñ@ momentos de conexión, de parar, mirarnos, estar, de estrechar relación, de conversación sobre cómo su madre le ha puesto esos zapatos porque corren mucho, o cómo su madre se los ata de otro modo, o que le encantaría saber atarlos, segundos mágicos que terminan con una sonrisa y una sensación de haber estado junt@s y de habernos escuchado. 
Este es un ejemplo simple de tantas y tantas pautas, normas de funcionamiento que en la escuela nos alejan de l@s niñ@s y sus familias, en vez de acercarnos.
Creo que estas pautas han de ser planteadas desde las necesidades de l@s niñ@s, y no desde las nuestras. 
Necesidades no iguales para tod@s, ya que cada niñ@ tiene unas necesidades únicas.
Yo estoy en el camino de descubrir, buscar cuáles son cada una de ellas, e intentar cubrirlas o por lo menos nombrarlas y darles el  valor que ellas tienen para ell@s, validarlas.  
Os animo a que lo probéis, momentos que consideramos pesados, que son evitables con una norma, intentar buscar en ellos oportunidades de conexión y de estar en el aquí y en el ahora. 

domingo, 9 de abril de 2017

TU DOLOR ES MI DOLOR, PALABRAS DE THICH NAHT HANH QUE ME INSPIRAN Y ACOMPAÑAN



Hoy vengo a compartiros unas palabras de Thich Naht Hanh, que me inspiran y ayudan en momentos de conflicto con las personas que me rodean, con las personas que acompaño y me acompañan. 
Es un texto que me llegó hace unos meses, lo leí, lo imprimí y lo llevo siempre en el bolso. 
Cuando siento que mi cuerpo se tensa, mis pensamientos van rápido y empiezo a enjuiciar, juzgar, lo saco, y leo unas cuantas líneas y me siento en paz. 
Tengo la suerte de que personas se me acercan a compartir conflictos, preocupaciones, sufrimientos, y a algunas se lo he leído y les ha inspirado y ayudado profundamente. 
Espero os inspire y ayude tanto como a mí.


Tu dolor es mi dolor

Cuando oigo tus gritos, si agudizo mi escucha,  siento el susurro de tu sufrimiento. Te miro profundamente y comprendo que me resulta más fácil ver  tu rabia, que no la mía.

Aceptando  tu malestar, me acerco a ti, y me ayuda a comprender que los dos estamos ahí.

Cuando en mi comunidad, familia, grupo de trabajo o de amigos hay enfrentamientos  o conflicto, puedo notar el malestar que corre por mi interior. A pesar de que la bronca no vaya conmigo, aunque no sea yo el aludido, aunque nadie mencione mi nombre, yo estoy ahí, consumiendo dolor.

Cuando el conflicto estalla produce un estruendo terrible y aunque sea sólo por el ruido que emite, nos ayuda a reconocer que algo no anda bien. Puede dar pereza o miedo, pero habrá que ocuparse de ello. Cuando el conflicto subyace oculto entre banalidades, posturas y discursos, un castigo se cierne sobre nosotros. Es el castigo de la incomprensión. Dolor sin nombre. Discusiones sin destino. Sufrimiento gratuito.

Thay siempre nos recuerda que no va a ser fácil, que la hermandad es lo más bonito que podemos generar entre nosotros porque es un  fruto exclusivo del árbol del amor.

Y de la dificultad surge su esplendor.

Nuestra práctica lleva adscrita la ilusión por la vida. Siempre tenemos la esperanza de que la compasión brote e invada los espacios oscuros de nuestras relaciones. Creemos en nuestra capacidad de amar, abrazar y entender que tú sufrimiento es mi sufrimiento.

Si no me hablas, me estarás castigando con el duro reto de la indiferencia.

Si me hablas de lo que no sientes,  estarás traicionando nuestros corazones.

Si hablas descontroladamente, podrás distraer la razón, pero nunca a nuestro sentimiento.

Afrontar un conflicto no es tarea fácil, mil dudas y temores nos sobrecogen. Abrir nuestro corazón y buscar la comunicación sincera es el camino de la práctica de la Plena conciencia.
THICH NAHT NAHT

martes, 4 de abril de 2017

L@S NIÑ@S NECESITAN ESTAR EN LA ESCUELA TANTAS HORAS?



Afirmamos a veces que l@s niñ@s están de maravilla en la escuela, que les hace bien estar allí. 
Que es muy divertido estar allí a las nueve de la mañana y salir a las cuatro, cuatro y media de la tarde. 
Que es beneficioso para ell@s comer allí, ya que aprenden a comer de todo, a comer con más personas, ... 
Que a l@s niñ@s les encanta ir allí con sus amig@s y algun@s incluso en vacaciones quieren ir, y cuando están enferm@s también. 
Desde mi experiencia me gustaría compartir que estas visiones, sensaciones, son desde la necesidad nuestra de adulta de tener que dejarles allí porque no tenemos tiempo para estar con ell@s, para acompañarles. Unas veces por trabajo, otras por organización familiar, otras por no poder sostener a nuestr@s hij@s durante todo el día con nosotras,... 
Todas y cada una de las razones legítimas y válidas. 
 Aún así quiero compartiros mi sentir  de que levantarse un@ niñ@ con meses, un año, dos años, tres años,... doce años, .... a las siete, siete y media, ocho para estar en la escuela, el instituto a las nueve no es una necesidad natural de l@s niñ@s ni jóvenes, es nuestra. 
Si paramos y escuchamos a l@s niñ@s sus necesidades veremos que son otras y  cada día diferentes. 
Por ello os invito a tomar consciencia y a estar presentes en el acompañar a niñ@s en la escuela, a nombrar lo que sienten, el por qué algun@s están allí todo el día, y a validar lo que ell@s sientan por ello, tristeza, abandono, rabia, alegría, ....
Erlazionatutako irudia